Te voy a dar un consejo, que aprendí para mi daño:
un día que me hice viejo a causa de un desengaño.
Si quieres a una mujer, quiérela de tal manera
que la dejes de querer, antes de que ella no te quiera.
Porque en esto de amar sucede lo que al reñir,
es necesario matar o es necesario morir…
El que no es tonto prefiere siempre que de esto se trata,
al golpe de que se muere, el golpe con que se mata;
porque al que mata, lo encierran, pero lo indultan después
y al que muere, ya ves al que se muere lo entierran.
Aquí tienes un consejo que aprendí para mi daño,
un día que me hice viejo a causa de un desengaño…
autor: Joaquín Dicente.
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Alejandra
18 octubre, 2013 at 9:06 amPoemas ¡Capaz y beso!
Sus labios finos y discretos
le delatán: tenemos delante a todo
un rompecorazones, ¡capaz de
derretir a cualquiera con un
solo beso!
Jesús Rosas(Carboneras).