No pronuncies mi nombre
si ya no es el sonido
que derrota tus lamentos;
si el rozar de sus letras en tus labios,
ya no silencian al mundo y sus tiempos.
No me espíes los sueños
si ya no respiras por ellos;
si mis huellas y tus pasos,
alguna vez prado,
son ahora el lago y el desierto.
No sonrías mi mirada
si ya no entiendes su urgencia,
si en mis ojos ya no encuentras
páginas blancas
que ansias desandar.Pero si aun me odias,
con tanta pasión que casi me amas,
entonces . . .
ya no masacres recuerdos
si no has preparado su tumba,
si no podrás desoírlos
cuando griten tan fuerte
que hagan trizas la copa de orgullo,
donde hoy te embriagas
seduciendo mi olvido.
aporte de: TAVO.
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