Dedicatoria de Amor a mi Madre

Dedicatoria de Amor a mi Madre

Madre,
Inmensa eras para mi corazón de manos,
inalcanzable es pechos de leche y miel,
dorado mohín arrullabas al oído,
sueño dulce de la oscuridad sin miedo.

Madre,
Complicidad sin tiempo ofrendabas,
silencios oscuros de amargas jornadas,
cuatro mil manos para lograrlo todo,
eternos sudores y lágrimas a escondidas.

Madre,
Carcajadas sonoras fugadas al viento,
cuando acariciaba la esquiva alegría,
moneditas milagrosas estirando el hambre,
en la tempestad temible eras sol de guía.

Madre,
Tus manos huelen albahaca invitante,
a cocina y fuego, a de panes de vida,
mate cocido con galletas duras,
manjar de penurias, tibio en esperanzas.

Madre,
del andar cansino rezongando sola,
es tu cuerpo sombra de aquella energía,
hebras de plata abrigan tus cabellos negros,
pero el mismo brillo en tus ojos de oro.