Unas coplas muy cansadas,
con muchos pies arrastrando,
a lo toscano imitadas,
entró un amador cantando,
enojosas y pesadas
Cada pie con dos corcovas,
y de peso doce arrobas,
trovadas al tiempo viejo.
Dios perdone a Castillejo,
que bien habló de estas trovas.
Dijo Amor: “¿dónde se aprende
este metro tan prolijo,
que las orejas ofenden?
Algarabía de allende:
el sujeto frío y duro,
y el estilo tan escuro,
que la dama en quien se emplea
duda por sabia que sea,
si es requiebro o es conjuro”
“Ved si la invención es basta,
pues Garcilaso y Boscán,
las plumas puestas por asta
cada uno es un Roldán,
y, con todo, no le basta;
yo no alcanzo cual engaño
te hizo para tu daño,
con locura y desvarío,
meter en mi señorío
moneda de reino extraño”
“Con dueñas y con doncellas
dijo Venus, ¿qué pretende
quien las dice sus querellas
en lenguaje que no entiende
él, ni yo, ni vos, ni ellas?
Sentencio al que tal hiciere
que la dama por quien muere
lo tenga por cascabel,
y que haga burla de él
y de cuanto le escribiere.
Autor: Cristóbal Castillejo