Inesperadamente
Caminando silenciosamente
por las calles de esta gran ciudad,
nos encontramos inesperadamente,
cada uno acompañado tal vez;
tu, caminando por la otra acera
agarrada de mano con otro hombre,
como tratándome de decir:
«Ves, tengo a otro hombre»
Aunque te estés muriendo por mí,
así es la ironía de la vida…
yo, tal vez con otra mujer a mi lado
pero aun pensando en ti…
ella, tan bella como tú,
el, parecido un poco a mi…
la ironía de la vida otra vez…
te miro disimuladamente
con rabia y todavía celoso.
Aun sigues siendo bella,
yo, poniéndome más viejo
pero aun queriéndote a ti
aunque este con otra mujer,
no puedo de dejar de pensar en ti.
Autor: Romeo Della Valle
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