Señor a ti que has sufrido
sangrando tu corazón
elevando mi oración
que nos bendigas te pido.
Consuela a los afligidos
que de impotencia han llorado
y aunque sea grande el pecado
con que te hemos ofendido
atiende nuestro pedido
mi señor crucificado.
Para que cesen peleas
de padres de hijos y hermanos
para vivir como humanos
termina ya esta odisea.
Que nuestro mundo no vea
tristeza y desolación
que no haya más destrucción
y nunca momentos agrios
oh Señor de los Milagros
danos pues tu bendición.
Ahuyenta todas las Guerras
los odios y las venganzas
que todo sea bonanza
paz y dulzura en la tierra.
A los demonios destierra
y en tinieblas encerrados
mantenlos encadenados
para que jamás retornen
y así evita que trastornen
a tus hijos maltratados.
Apiádate mi Señor
de tanto martirio y pena
rompe las duras cadenas
que nos producen dolor.
Condúcenos oh Creador
cambiando el llanto en canción
mira cuando en procesión
todos vamos a tu lado
y alivia a los agobiados
que oramos con devoción.
Autor: Carlos Jurado Silva
«El Decimista del Pueblo»
marelo
19 octubre, 2010 at 10:30 pmes el mejor poema que e leido