Yo no quiero mirar el pasado, no quiero mirar lo que ya he mirado a través del cristal de la experiencia; la vida, la gente, el mundo es un mercado en que se compra, honores, voluntades y conciencia…
Amores, amigos… es mentira no los hay la amistad verdadera es ilusión, ella cambia, se aleja y desaparece con los giros que da la situación, amigos complacientes solo tienen los que disfrutan de ventura y calma, pero aquellos que abate el infortunio solo tienen tristeza en el alma…
Si estamos bien nos tratan con cariño nos buscan, nos invitan, nos adulan mas si caemos, francamente solo por cumplimiento nos saludan, en este laberinto de la vida donde tanto domina la maldad, todo tiene precio marcado; amores, parentesco, y amistad…
El que nada atesora nada vale, lo que brilla nomas tiene cabida… y aunque brille como oro lo que es cobre lo que no perdonamos en la vida es el atroz delito de ser pobre…
La estupidez, el vicio y hasta el crimen pueden tener su puesto señalado, las llagas del defecto no se miran si las cubre un tesoro… la sociedad que adora su tesoro… besa el puñal de un asesino si es de oro… nada humano es perfecto y nadie afable todo está con lo impuro entremezclado el mismo corazón que tendría que ser noble se muestra enmascarado…
Que existe la bondad yo no lo niego pero siempre en conjunto defectuosos, hay rasgos de virtud en el malvado, hay rasgos de maldad en el virtuoso… a nadie incomode lo que yo digo saben la razon yo tengo me dieron a libar hiel y veneno hiel y veneno en recompensa doy… pero si tengo las palabras toscas en estas líneas oscuras y sin nombre, doblando las rodillas en el polvo, pido perdón a DIOS pero no al HOMBRE… porque por culpa de el hombre mi corazón, mi alma hoy llora sin consuelo… pero hoy te digo adiós para toda la vida aunque toda la vida siga amándote sin consuelo…
ADIOS AMOR DE MI VIDA.
Autora: Carmela Perez