Cartas de Amor

Carta Sueños de Amor

Anoche volviste a la luz de mi Alma, llegaste silencioso a mi cama, como un Ángel, a visitar a su otro Ángel, sin respirar, en silencio, para no despertarme, aguantando el jadeo de la añoranza, el deseo… y entraste en mis sueños. Parecía como si no hubiese pasado el tiempo, como si el dolor nunca hubiese existido, nada me ahogaba, me sentía vivo.

Te acercaste y te abracé fuerte contra mi pecho, me fundí en ti, dos corazones en un solo cuerpo, no quería despegarme de ti, me embriagué de tu aroma, te miré con los ojos llenos de lágrimas, sin querer que me los vieras, con la mirada agachada y sentí que deseabas lo mismo que yo, no irte nunca más de mi… ni yo de ti. Estuvimos en silencio, con la mirada nos hablábamos y con el Alma nos besábamos.

Nuestras manos se convirtieron en palomas recorriendo el cuerpo del otro, todo en silencio, sólo los quejidos del amor, del deseo, de la pasión, del reencuentro, de la vida, de la añoranza, de los sabores… de sentirte de nuevo junto a mí y sentirme junto a ti.

Nuestros labios se rozaron y estalló un volcán de fuegos artificiales, nuestras salivas se mezclaron y nos llenó de sabores inolvidables, un abanico de sabores para el paladar, sabores nuevos en mi registro, sabores que sólo he tenido contigo.

Ya no estamos en mi cama, estamos en nuestra playa, la de invierno, el viento del este mueve la arena bajo nuestros cuerpos entrelazados, el tiempo parece ir más rápido, como cuando a una película la avanzas, pero ahí estamos sin dejar de estar fundido, sin dejar de amarnos, como si aun estuviésemos viviendo el Amor que nos sentimos, aunque ya no estemos juntos, de esto en mi sueño no era consciente.

Me mirabas con mucha dulzura, con mucho amor, me sentía protegido entre tus manos, en tus brazos, en tu cuerpo, en tu fuerza. Yo no dejada de acariciar todo tu cuerpo, de recorrer todos tus lunares, de besarte desde los pies a la cabeza, de enredar mis dedos en tu pelo, de beber el néctar de tu boca. Me quisiste hacer el amor, con la mirada te dije que lo estaba haciendo ya… y me desperté.

De nuevo tomo consciencia con la realidad, ha sido otro sueño más, otro de los que tantos tengo contigo y conmigo, con los dos, mira a mi ventana y por ella se escapa un haz de luz.

El pecho me aprieta, me ahoga, me duele… lloro viendo que todo queda en un sueño y a la misma vez soy feliz de tenerte aunque sólo sea ahí, porque se que te tuve en mis noches oscuras y solitarias, en mi cama vacía, en mis sueños, en mi Alma, en mis recuerdos, en mi vida… en mi corazón.

Y me pregunto si tú también sueñas conmigo o me abandonaste al olvido. No tengo la respuesta y me vuelve loco al pensar que ni en sueños me ames.

Quiero pensar que aún estoy dentro de ti, que aún sientes lo mismo que yo. ¿Por qué el amor duele?, ¿por qué tienen que ser las cosas así?, ¿qué hicimos mal? ¿Por qué?, dime… ¿por qué?

¿Abandonarás algún día mi corazón, o viviré lo que me queda de vida viviendo de recuerdos… de sueños?

Si en esta vida no te he podido tener todos los días, deseo para la próxima tenerte, todos los días de ella.

Autor: Antonio Mateo Domenech
(16 de Abril del 2011)

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2 Comentarios

  • Reply
    Lilia
    24 junio, 2011 at 11:58 am

    Bellisimas cartas de amor, mi admiracion y respetos para persona que tiene el poder y la facilidad de escribir tan lindas letras.

    Gracias

    Antonio Mateo Domenech

  • Reply
    pilar
    29 julio, 2011 at 6:00 pm

    este poema esta hermoso y ojala y la persona a la k se lo envie lo pueda leer se lo dedico con todo mi amor y mientras yo viva jamas lo olvidare te amo jesus de verdad te ganaste mi corazon aunk jamas te vuelva a ver bay……..

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