EL TRABAJO, nos libera de tres grandes males: el Aburrimiento, el Vicio y La Pobreza.
De todos los caminos que conducen a la fortuna los más seguros son la constancia y
EL TRABAJO, los milagros existen pero hay que trabajar muchísimo para que existan,
EL TRABAJO y la templanza son dos verdaderos médicos del hombre, el trabajo agudiza su apetito y la templanza le prohíbe abusar de él, después del trabajo y la economía, lo que más contribuye a la prosperidad de una persona es la puntualidad y la honradez en su trato, el hambre espía por la puerta del hombre trabajador pero no se atreve a entrar…
No hay en el mundo una sola manera de prosperar que EL TRABAJAR.
Autora: Carmela
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