Ayer tuve un sueño,
soñé que moría,
y cada beso tuyo, era un día
y el tiempo que mediaba entre dos besos, una noche.
Y así fue desenvolviéndose la hebra fatal,
ya no la retenía, sino por solo un cabo entre mis dedos,
y de pronto te fuiste, frio,
y ya no me besaste, solté el cabo
y se me fue la vida…
Enviado por: Fer
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