En un rincón de este mundo
guardo callada tus besos
tus caricias fugaces impresos
en mi alma y te sigo amando.
Te sigo extrañando aunque
la vida me diga no vale la pena
pero sin tu recuerdo yo no soy nada
camino sin rumbo sin que nadie note la tristeza en mi rostro,
las lágrimas escondidas en mis ojos,
vivo sin huellas sin rastro.
Guardando este amor como único
tesoro que me regalo la vida en
un instante perfecto magnífico.
Autora: Marystela Fernandez Reyes
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