Tu silencio prolongado, me enoja
y entonces pienso que no te dejo libre…
la duda de la verdad de tu amor se asoma
y entonces cada pedazo de mi ser,
recuerda tus caricias y se conmociona…
El tiempo me sugiere dentro: «olvídalo»
y entonces el susurro de tu voz: «te amaré siempre, siempre»
regresa a la memoria de mi corazón…
La distancia quiere borrar tu presencia,
haciendo más dolorosa la ausencia
y entonces te dibujas dentro de mí…
Mis enojos son impulsos de aprisionarte!
y aquí me tienes, sedienta, anhelante…
No puedo ser indiferente a ti
estás inscrito en mí…
Cada día te recuerdo
y cada mes, más te deseo…
Cada vez tiendo el vuelo
hacia ti, hacia dentro de mí
tolerando este tormento
de distancia, de tiempo, de silencio
y en mi interior te libero…
y en paz espero…
Enviado por: Laura Linares