Como es para las flores el rocío
con sus gotas de vida que les deja
así eres para mí oh ángel mío
porque muero de pesar cuando te alejas.
Si pudiera otra alma me buscara
para amarte cuando tú llevas la mía
y una luz cuando partas que alumbrara
como hace la noche al irse el día.
Cuantas veces al irte te suplican
que te quedes algo más mis pobres ojos
y los tuyos divirtiéndose a su antojo
sin piedad ni compasión me los critican.
Mas yo espero a que vengas nuevamente
con tu frío a calentar mi nueva vida
y morir otra vez la despedida
cuando vuelvas a irte irreverente.
Autor: Carlos Jurado Silva
«El Decimista del Pueblo»
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