Despertare en la visible, conquistable e inmortal y sedosa infidelidad de las rosas,
que mueren escritas en uñas de una hoja suave deslizando quemar la tiniebla.
Está allí, percibe que todos mueren sin reírse,
porque nubes tapan el sol, aquel que fue formada de algodón
dentro de praderas se tocan las suelas
en el dibujo de las rayas del puerto marítimo
aquí ahogado los tome uno a uno.
Dime si esa noche la madrugada se hecha de espalda en la luz resistida por los cometas desnivelados miran nombres
y más nombres de luz, aquel meteorito en fuego proclama la llamarada esteral interna del cosmos audito
perdido de la nada como muerta, físicamente aborta
filo de los tiranos y en cada bala encuentra la primavera fértil, audaz, diminuta, perpetua, consumada de ecos tridentes
del paso del hombre…
Ese que su naturaleza se ha tragado
y en mi noble corazón te volveré a insistir me amas?
Autor: Gastón