El corazón de alba incendia el murmullo en piedad de mi pecho, aquel fuego distante y una roca en subida de las montañas se implanta al golpe de una caída en la cabeza de un órgano suele mover los dedos una flor muerta y es imperio el decir amor, todo me aferra a ti es sentir que todo lo tengo a pesar de tus caricias todo he elevado a mi corazón hiriente, un silencio y una hoja en esta detestada tierra, es un fruto en esta cárcel pues digo tócame y todo lo tendré.
Aquel invierno sumisa y en tascada al alba y la estrella dan al sur su puerta como el disfraz al vestir al verano, como los bailes divierten con el humo y el oxígeno acelerando y la sensibilidad entregada es una pasión con alcohol aquel que entiende de madrugada, nunca quizás se levantó de su sueño. Ver dejada extendida una noche de descontrol, es el amor ausente en un perdón ya es demasiado tarde, el sol dio su gota de suspiro y mi infidelidad a causa de la diversión se atrajo la primavera, esto y demás el alba es un cristal de torbellino, una gris nube aquella muerte de los estragos, del sonido al ahogada libertad, es el amor preso vete corre el otoño, libran cadenas y en guerra está mi pausa. El amor está a la vuelta pues detrás estoy y en tu espalda veo saborear, has levantado los hombros no dejas que pase el oráculo, ese de los cuales formas el camino.
Brilla y el sol en astros de iconos se convierten en pecas esa de las cuales el mar atrasado las arenas y con sutura ahogo toda firmeza es así el amor todo lo avasalla despierta despiértame el camino y los trazos del horizontes, con las campanas marchitan como garganta en fuego rozar el oráculo, entiéndelo el amor es infinito y mi imaginación es la muerte sólo desperté con ella.
Autor: Gaston Gomez
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