Cuando el amor existe, un lazo invisible nos une
y aunque no estemos.. ¡Estamos!
por eso no acepto un adiós improvisado,
ni aún premeditado.
Ahora conocerás mi adiós, amado mío, adiós,
si, adiós, pero no tu adiós, sino el mío,
y a Dios agradezco haberte conocido,
a Dios, bendigo porque te puso en mi vida,
a Dios, le digo gracias, por el milagro de conocerte,
a Dios, le pido que seas feliz,
que nunca sufras lo que yo he sufrido.
Amado mío, a Dios le cuento a pesar de que te amo
te tengo que dejar libre, y Dios me entiende,
porque el amor es de dos,
nunca es amor si sólo uno ama,
el amor es así, nunca es como queremos que sea,
el amor es así, es incomprensible para ti,
difícil para mí, pero al fin y al cabo,
así, y aquí termina para mí,
entonces le ofrezco a Dios mi amor
y a ti mi adiós, adiós amado mío.
Autor: Anita Carmela
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