Déjala ir, no la detengas… escuche a mi corazón decir,
mientras mi alma te suplicaba, que no te marcharas…
no existía la luz y nuestras miradas se apagaron,
al cierre de tus ojos comprendí que me dejabas…!
No insistas, dale tiempo… escuche a mi corazón decir,
cuando el llanto comenzó a brotar de mis ojos negros.
te mire partir y con mis ojos segados por mi llanto,
baje la cabeza y mi mente se llenó de recuerdos…!
No te sientas mal, estas en lo correcto…
nuevamente escuche a mi corazón… decir.
pero yo desesperado no me pude contener,
buscando una salida, solo pensaba en morir…!
Ella es libre y tú también… dijo mi corazón,
la vida es hermosa y tienes que continuar.
no te aferres a un amor que te causa este dolor,
sigue el camino en busca de tu felicidad…!
Autor: Nelson Rendon