Brotará intenso algún día de mis venas
salpicando al fin en tu interior
plasmando eternamente sus secuelas
este flujo ardiente evaporando amor.
Tus labios gruesos y carnosos
serán imanes que atraerán mis besos
se encenderán tus pómulos rosados
transformando su color en fuego.
En el horizonte del atardecer soleado
morirá el ego de los dos
para ser entonces un solo contorno
bajo el reflejo del poniente sol.
Autor: Hugo F M Otero
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