Sé que llegará el día en que yo tenga que enfrentar, pensare en lo que he hecho en lo que dejo y en lo que me llevo de una manera más profunda y seguro más emocional pues no es fácil poder entender que voy a sentir en mi vejes aunque si puedo cambiar las cosas y hacer lo mejor posible para no tener tanto de, arrepentirme. «No quiero tener esa sensación de que no aproveche mi vida, pero como y saber si cada momento lo estoy viviendo al máximo.
He conocido muchas persona ancianas de las que aprendo y a su vez siento una rara sensación al míralas, siento curiosidad por saber si creen que han vivo lo que han querido, si han sido felices si tienen mucho de que arrepentirse, si sienten miedo de ya no estar más, de saber sobre sus familias y como enfrentan el hecho de que un día ya no estarán pero que el mundo va seguir sin ellos y con los años cuando ya los parientes cercanos no estén nadie sabrá que una vez existieron, es una rara sensación que me da cierto escalofrió que me asegura ese lado egoísta que tenemos los seres humanos.
Una necesidad absoluta de ser recordados de no ser olvidados ni remplazados ese miedo e inseguridad a que nada va a camíbar y todos seguirán con sus vidas esas vidas de las que un día fuimos parte.
Como entenderlo como aceptarlo porque no existe una solución a eso porque no podemos simplemente aceptarlo y nada más, pero no así, para que vivir si luego simplemente dejamos de existir y luego hasta nuestras huellas son borraban y reemplazados por otra alma, como luchar contra todas esta preguntas contra estos temores que no acechan a todos más o menos, como canalizar las emociones de la misma vida.
No es fácil vivir sabiendo que vamos a morir pero si es mejor vivir lo mejor posible sabiendo que eso es lo único que nos llevaremos.
Autor: Miriam Martínez