Aprendí a extrañarte con una sonrisa,
aprendí a abrazarte en la gente que amo,
aprendí a sentirte sin verte, a acariciarte sin tocarte,
a caminar mirando el cielo, a esperarte en alguna señal,
a soñarte con los ojos abiertos, a extrañarte ayudando al prójimo.
Aprendí a levantarme afirmada a la esperanza,
aprendí a no guardar los sentimientos,
aprendí que el dolor vale la pena cuando te llena de tanto amor,
aprendí a llorar sin ahogarme y a que se puede ser feliz aun con lágrimas,
aprendí avanzar día a día, paso a paso,
y aunque aprendí a vivir sin tenerte…
Mis brazos aun te anhelan…
Autor: Laura Santiago.
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carmen gareta
14 mayo, 2013 at 5:38 amhola quisieran me envien un poema sobre el inmigarnte ya que mi esposo cumple 70 años vino de españan cuando tenia 9 dejandao alli a padres hermanos y toda su familia vi o con un tio en el julio cecari ojala puedan mandarme algo sí lo escribimos en una página para haCWRLO JUNTO AL SOUVENIR DESDE YA MUCHAS GRACIAS
CARMEN