Hoy salí de viaje, un viaje rápido y bonito. Aquí es corto, te espero a la vuelta de la esquina, pero para ti, sé que es largo. Hoy te escribo para contarte de mi viaje.
Aunque no lo sepas traje el mejor equipaje que pude, y así quiero decírtelo. Mi maleta ha venido cargada de cariño, de amor que tú me has dado en todo este tiempo que hemos compartido. He traído también valores, muy buenos valores que tú me has enseñado. Aquí no he tenido que aprender a amar porque tú ya me lo enseñaste.
Quiero que seas consciente de la importancia del trabajo que has realizado, has hecho de mí la persona que aquí sigo siendo y te repito: quiero que lo sepas. No lo olvides, he traído conmigo cada juego, cada enseñanza, cada parte de ti que me diste, y créeme: eso lo es todo. Así ha tenido que ser y has tenido que ser tú, para poder enseñarme todo aquello que me hizo crecer y me sigue ayudando, porque me lo diste con amor y firmeza.
No te preocupes por el tiempo que vas a estar sin verme, porque ahora me toca a mí: Me toca a mí, enseñarte el camino de la vida , tomados de la mano tal y como me hiciste mientras yo crecía, y tener contigo la misma paciencia que tenías conmigo cuando me enseñaste a andar, hablar, hoy y ahora te voy a ayudar yo a caminar sin mí, porque debes hacerlo y yo te guiaré en ello… no temas juntos no nos perderemos en este sendero, tu no lo conoces pero te ayudaré a hacerlo.
Caerás unas cuantas veces, como tantas caí yo, pero recuerda… amorosamente me levantabas. Me curabas y me decías que pronto sanaría: velabas mis sueños. Yo hoy velo los tuyos y al amanecer te tomo de mi mano, hoy te toca a ti. Te toca levantarte y ponerte en pié tantas veces sea necesario… es sencillo, me decías, recuerdas?
Pues hagámoslo juntos, estoy contigo. Si yo pude, tu puedes… somos uno, sabes? Yo te sostendré siempre de mi mano con fuerza.
No te preocupes porque no hablemos, porque tenemos el mejor lenguaje que se pudo inventar: el del corazón. No te preocupes porque no nos veamos, porque mi imagen irá a ti cuantas veces lo necesites, de hecho esta pegadito a tu corazón. De la misma manera que me hablabas, así seguiremos conectados, solo que ahora yo te hablo y tu debes percibir mi amor mediante un rayo de luz, o el mismo aire que roza tus mejillas.
Recuerdas que sin voltear reconocías mis pasos? Yo estoy contigo en cada paso que das, porque tu esencia está impregnada por el amor que nos une, eso lo he guardado por siempre, no pienses que al despedirnos por un tiempo te abre olvidado. Sólo me desvestí del cuerpo, lo demás está intacto y poco a poco iras aprendiendo, será una escuela nueva, como cuando me llevaste por primera vez. Llore pero aprendí que era necesario. No te preocupes porque no nos toquemos, recuérdame tan sólo y volverás a sentirme. Aquí estoy observándote. Abre la maleta de todo el equipaje que me diste, y quédate con eso, pues «eso» soy yo. Traigo las herramientas que ocupo. Toma nota por favor, hoy yo daré las instrucciones: Si tú lloras, yo te secaré las lágrimas. Si tú sonríes, yo reiré. Si tú ríes, yo estaré satisfecho de enseñarte de nuevo a vivir. Y cuando menos te lo esperes, y sin que te des cuenta, habrás empezado a vivir un nuevo camino y entonces estaremos verdaderamente juntos. Estoy en cada amanecer, dándote fuerzas para comenzar el día.
Estoy en cada atardecer, tranquilizándote para descansar un profundo sueño. En cada flor que se abre, dándole color y alegría a tu vida. En cada carcajada, llenándote de fuerza. Y en tantas pequeñas cosas, que ahora te pasan desapercibidas por tu dolor. Si no me encuentras, acude a mi casa que es la tuya: tu corazón y allí estaré.
Te amo… Sé fuerte por ti…
¡Sonríe para cuando te toque partir espero verte aquí…!!!!
TE EXTRAÑO FACU….?
Autor: Laura Santiago