He conocido tu voz, es el rezo de los collares,
del azar murmurante el recorrido pasivo y tenso del alcohol,
de las bocas perpetuas a los candados,
supo de las entregas de los diamantes en costumbres aburridas,
hay por esto el humor adquiere lágrimas de los humos que matan.
Tonterías cosas que mi cajón lo ves con ruido de reclamos,
en ti añoro tu ayuda para liberarme primero de aquellas arenas fértiles,
para liberarme segundo de aquellas tumbas en mi cruz del nombre de mi pecho.
Para liberarme tercero de las olas culpable del dolor del sentimiento
no todo toco, no todo veo, no todo arribo, no todo comprendo,
son días ligeros aun tanto como hoy, las tintas del secreto
de mi triste historia lanzarte hacia mi inclínate cuerpo a cuerpo,
tendremos las llaves del auxilio de las manos de la ayuda
aún sufrimiento ya sufrido, ahora sé que tu ayuda calmara la distancia
de las heridas asesinas.
Autor: Gaston Gomez
Alejandra
6 agosto, 2013 at 9:17 amPoemas Hablar es gratis.
Tu espacialidad es
charlar con todos lo
Jesús Rosas nuevo y amor
la primera. ¡A la
demás si les queda Alejandra
que ponerse a la cola!
Temando un besó.
Jesús Rosas(Carboneras).