Carta al adiós de mi perrito fallecido

Adiós mi hijo peludo

Rockyto lindo, mi amado hijo peludo, desde el primer instante que nos conocimos te robaste mi corazón, cada día compartido fue maravilloso, con tu amor, alegría y travesuras me hiciste pasar grandes momentos que jamás olvidare. También fuiste mi confidente, quien siempre me escuchaba silencioso las cosas que te contaba y luego lamias mi mano o cara. Fuiste mi anti estrés quien cada día me obligaba a salir de paseo. Caminar es algo que aprendí contigo ya que es bueno para mi salud. Pero especialmente recordare el amor incondicional que me diste en cada momento de tu vida sin importarte mi estado de ánimo. Recuerdo con nostalgia cuando los vecinos me decían que todo el vecindario se enteraba cuando yo llegaba a casa, porque tú te ponías tan alegre que saltabas de un lado a otro y emitías unos ladriditos de bebe. También recuerdo que te ponías feroz cuando sentías algún mínimo peligro u otros perros cerca a nosotros.

Tú siempre estarás en mis pensamientos y siempre te recordare con alegría, sentiré nostalgia de no tenerte físicamente, pero sé que en algún momento nos encontraremos en ese hermoso lugar llamado “Qori Pun” a lugar transitorio entre la tierra y el paraíso, donde se extiende un hermoso arco iris que hace de puente entre esos dos lugares. Sé que allí estarás muy alegre y saludable junto a mis otras queridas mascotas, esperando mi llegada en algún momento que Dios decida. Entonces de allí, juntos iremos al paraíso a encontrarnos con todos nuestros antepasados, donde esperaremos a nuestros seres queridos que aún quedan en la tierra. Luego todos juntos serenos felices a través de toda la eternidad.

Así es que mi hermoso cachorrito, mi BB, mi tierno lobito esto es solo un hasta luego. Ahora yo estoy muy triste derramando lagrimas que pareciera jamás secaran, pero también me siento en paz porque sé que te di todo mi cariño y como papa Juber dijo una vez “Rocky es un afortunado y el rey de las mascotas “. Rockyto gracias por los 9 años y 6 meses que me acompañaste, descansa en paz y allí donde estés sé feliz y ten presente que tú eres y siempre serás mi querido hijo peludo.

Autor: Norma Gutierrez Peña