A veces, tenemos personas cercanas a nuestras vidas, que tan solo, quieren juzgar nuestro camino, como si nuestras vidas no nos pertenecieran, claro son personas que se creen perfectas y sabias, personas que creen que no se equivocan…
No saben reconocer sus errores, quieren indagar en nuestras vidas engañando con falsas palabras, a veces lo consiguen por la dichosa confianza, pero hemos tropezado tantas veces que con cada piedra hemos ido construyendo un muro, si, no pueden traspasarlo y se alejan como si ya no les interesara vivir cerca de nosotros.
Bien esto demuestra que hay que defender nuestro camino contra viento y marea, luchar por lo que hemos vivido, porque solo nos pertenece a nosotros y a nadie más y no me importa que se alejen de mi vida pues yo quiero una vida sana con piedras, con baches, con alegrías pero una vida que es mía, mía, mía.
No creo que debamos darle cuentas a nadie que no quiere creer en las personas que escribimos sentimientos, a veces nuestros, otras veces nos los han confiado y los plasmamos en un papel quien mejor para escuchar y comprender los sentimientos de las personas sin enfados, sin interés, sin hacer daño, pues de eso se trata de evitar confiar demasiado en quien dice que está contigo, y no, está intentando hacer daño, un camino largo siempre deja atrás amistades, familiares y a veces amigos.
La confianza sube y baja pero baja mucho más rápido que sube.
Autor: Gracia