No estés lejos de mí ni un solo día, porque cómo,
por qué, no se decírtelo, es largo el día,
y te estaré esperando como en las estaciones,
como en alguna parte se durmieron los trenes.
No te vayas por una hora
porque entonces
en esta hora se juntan las gotas desvelo
y tal vez todo el humo
que anda buscando casa
venga aún a matar mi corazón perdido.
Hay que no se quebrante
tu silueta en la arena
hay que no vuelen tus párpados en la ausencia
no te vayas por un minuto, bien amada,
porque en este minuto
te habrás ido muy legos
tanto que yo cruzare toda la tierra
preguntando si volverás
o me dejaras muriendo.
Enviado por: Julio J.
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