Acaso esos últimos latidos de vida, valen miles de veces más, que hace varios latidos antes cuando todo parecía eterno y los minutos son como granos de arena resbalándose entre los dedos hasta que ya no hay más.
Pero y si las lágrimas que he derramado en unos insignificantes minutos tuvieran el valor de los diamantes quizá ya tendría las suficientes para comprar tan solo un minuto junto a ti…
Un minuto no es nada o lo es todo si la vivo a tu lado.
Enviado por: Ivan
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