Me enamoré como nunca,
te amé como a nadie,
dejé mi corazón en tus manos,
vos no lo cuidaste,
lo tiraste a la basura, me traicionaste,
lo rompiste en mil pedazos,
admito que tu traición
me destrozó, me consumió,
me despedazó y a pesar de todo
mi corazón con cada uno de esos pedazos
te seguía amando, pero también admito que el tiempo
no fue cruel conmigo, sino más bien me hizo entender
que en esta vida todo tiene un motivo.
lo admito, perder tu amor fue mi peor castigo,
fue mi calvario.
Hasta que un día note que de tanto amar,
de tanto llorar, de tanto sufrir,
mi corazón se hizo más grande,
más hermosos, más amoroso,
más generoso, más resistente,
más humano y más valiente,
gracias a tu traición se hizo más fuerte,
el dolor lo hizo más humano,
más inteligente, más sabio,
a mi más mujer, más valiente
y una mujer valiente su corazón reconstruye,
recoge los pedazos, se levanta y escribe
toda historia tiene un fin y empieza nuevamente.
Una mujer autentica con cada traición
se vuelve más fuerte debo admitir también
que no puedo ocultar mi amor a la poesía
y cada vez que escribo mi pasión sale a relucir.
Autor: Anita-C