De la alta montaña desprende
y cual niño empiezas a gatear
como éste a caminar aprende
y luego empiezas a corretear.
Bajando la llanura fuerza toma
y se hinchas pisoteando el campo
a ambos lados de la allende zona
y humedeces el terrestre manto.
Ya entre su lecho tu recorriendo
se torna tormentoso y muy bravío
y te ufanas ahí por estar crecido.
Dejando a su paso sigues avante
con la huella amplia caudaloso río
como un incansable caminante.
Enviado por: Javier
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