Recuerda que siempre estás en mí, en mis cosas, en mis principios… Eres un fundamento de vida.
Las lágrimas sólo son muestras de dolor, pero en mi corazón tengo paz, en saber que estás junto a la mejor compañía.
Para eso son las lágrimas, para borrar el dolor, y sacar la sonrisa, como a ti te hubiese gustado, siempre sonriente, que nadie te llore.
Entre nosotros dos no hay nada pendiente, nos amamos, nos quisimos, como pocas hijas pueden decirle a su padre. Cuidaré a mamita, como tú hubieses querido. Y a toda mi familia, les abrazaré cada vez que lo necesiten, como tú lo hubieses hecho. Eres el tronco de la familia, y yo una simple ramita.
Cada vez que respire te recordaré, siempre te recordaré, adiós papito querido.
Así como yo estoy en tu corazón, tú estás en el mío. Mi corazón ahora sufre, pero en paz con el Señor…Sé que tú me darás paz para seguir adelante.
Te amo papá
Adiós papito, te abrazo con mi corazón,
ve con el Señor (que es allí donde ya estás)
Adiós mi viejo bueno.
Te amo, att. tu hijo Oscar Chicaiza