Sólo una ofrenda humilde,
nada más que eso,
del voluptuoso suelo,
nacen las más bellas obras de arte,
realizadas por el artista universal,
sin cincel ni herramientas.
Tan sólo es la creación que se hace sentir,
para ti, amor de toda la vida,
la fuerza primigenia de la existencia
yace en tu vientre fecundado.
Tus placeres arrobadores,
tu boca húmeda y cálida,
tu cuerpo ligero y terso,
son las rosas cándidas
que mi corazón cansado anhela.
Pétalos, hojas y tallos,
color, textura y aroma,
nada se compara a tu desnudez
ávida de reencuentros y desencuentros,
eres una flor entre las flores,
con espinas que pueden herir,
pero así te amo yo.
Enviado por: Rossler
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