Quiero que nuestra amistad
dure una eternidad y que tu
alegría me eleve a lo más alto.
Y que todos los atardeceres
sean siempre nuestros y que
tú y yo amemos del mismo modo
las tormentas con final de arcoíris
y los atardeceres con canto de grillos.
Ver el atardecer contigo es darme
cuenta de que nunca deje de ser niña
y que quisiera estar ciega y vivir
como tú sólo de sueños, y morir
enamorada de la encantador belleza
de mi paraíso sintiendo como el sol
y la naturaleza se funde eternamente
con mi alma de mujer y siempre niña.
Autor: Ana
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