A veces puedo estar callada,
distraída, triste, pensativa,
diferente, ocupada, pero jamás ausente.
A veces puedo no escribirte,
ni responderte, ni hablarte,
pero jamás dejar de amarte.
A veces puedo estar lejos
cuando más me quieras y me necesites,
puedo estar distante, pero
nunca jamás voy a olvidarte,
ni en esta vida «abandonarte».
A veces así es mi vida y así
siempre ha de ser, días felices,
días grises de tempestad y lluvia,
grises sin arcoíris en mi alma y corazón,
días de brillantes atardeceres hechos
para la pasión, para la ilusión.
Días de infinita luz para mis ojos,
para mi alma y para mi intenso corazón,
días de amor, de paz, de ilusión
y mucha, mucha fuerza que empuje
a cruzar es puentecito llamado «amor»
días de resignación que empujen
a dejar en el pasado esta tristeza
que llevo conmigo, esperando que
tu luz pronto inunde mi razón.
Hasta que un día te diga «adiós»
Autor: Ana
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