Los grandes oprimen los pequeños
siempre que quieren los masacran
y cuando los chicos sus uñas sacan
arremeten como si fueran dueños.
Dueños absolutos, más implacables
toman esta acción como su rebeldía
y le muestran al mundo su agonía
y los débiles son solo responsables.
Y con crueldad a inocentes avasallan
para hacer notar sin más su poderío
y lo atroz de sus crímenes lo callan.
Y quedan ante el mundo ofendidos
aunque sangre corra como un rio
de los que por ellos son destruidos.
Autor: Anónimo
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