Tuyo
!Oh mamita querida…
que hoy cumples el
primer año de resurrección,
que ya vives en la vida real
en la original patria,
que estas en el reino de dios
santificado sea tu compendio.
Fragancia cálida de gloria y gratitud,
ahora que el amor es más grande,
cálido y eterno, mis pensamientos son
como manantial benditos de oración,
de constante alabanza,
que regocija mi humilde ruego
«Lenguaje de amor»,
promotor cántico de añoranza
que fluyen a ritmo
de los latidos de mi corazón,
como ramilletes de devoción;
te rindo culto con este leguaje en vos alta
por la ganancia de tu digna libertad
«Hoy te amo más que ayer».
Porque como hija, esposa, madre y amiga
en todo aspecto te realizaste,
cumpliste todos tus sueños;
sembraste un árbol,
fuiste reina de Cali,
esposa de un pintor artístico próspero,
procreaste cuatro hijos de dios,
creaste libros periodísticos,
viajaste, reíste… y hasta lloraste;
fuiste cobertura de disciplina,
de limpieza singular,
de autoridad moral única,
llamaste con justicia
las cosas por su nombre;
creaste hijos buenos;
conquistaste así amigos de bien, en fin;
¡Tuviste la experiencia de la vida!
!Oh divina plusvalía de tu gloria;
haces que me acerque más a Dios.
¡Que la sangre de Jesús
y la infinita misericordia de Dios!
sean para cubrirte y coronarte;
pues fuiste perfecta como
Dios quiere que seamos
más, sé que tu presente está pletórico
de gloria y honra para «El»
ahora bien… cuando te recuerdo,
siento la lozanía cálida
y tibia de tu frente y cabellera blanca
en mis labios ansiosos de ti.
Pues, consciente de mi beso largo en tu frente,
palpé inmarcesible,
para de mi momento lactante,
haces de mi arcano momento,
de mi acto de amor.
«El beso eterno y mi gran recuerdo del futuro»
! Oh invaluable memoria genética,
de amor de paz y de consuelo…
y así de aquel beso, de muy quedo
olfativo postrimero, tome o robe eternamente
tu olor de madre reina «para siempre»,
sabía que era mi último beso
por eso lo quise hacer eterno,
y siempre te huelo cuando te recuerdo…
más, de tu yo…
Tu estuviste cuando yo nací,
yo estuve cuando tu resucitaste,
yo te produje amor,
tú me produjiste paz,
yo estoy consciente de tu recepción,
tú estás consiente de la realidad
yo vivo de lo físico con lo espiritual,
tú vives desde la esencia
con la presencia
yo en lo material,
tú en lo espiritual,
yo le ruego a dios por ti,
tú le ruegas a Dios por mí;
y así es como ahora sabemos
que de tu yo y el
somos uno «El gran yo soy».
Gracias madre divina de mi creación
que Dios nos bendiga ¡Aleluya!
y ya que el amor viene de Dios
y a Dios debe volver
gracias Dios en nombre de Jesús
por prestarme a mi madre
«Fue perfecta».
Tu hijo que te quiere hoy más que ayer: Marlon Augusto Tamayo
Es el sentimiento de mi hermano cuando nuestra madre se nos fue.
Poema enviado por: Gloria Tamayo