Papi, Léeme un Libro
Fue un día, cuando el solo iba tejiendo los cielos para un nuevo día,
para que los campos se llenaran de colores con las más hermosas flores y los cantos de los pajarillos llenaran de alegría los aire.
Un padre, que amaba su trabajo, se alistaba para llegar temprano
y tomando su portafolio negro se dirigía a su carro pero en ese momento su hijo le gritaba:
– Papi, papi, tendrás tiempo es tarde para leerme un libro –
y el padre le respondió:
– Si, si, pero no me molestes ahora, que se me va a hacer tarde al trabajo.
El niño de nuevo le dijo:
– Gracias papito, déjame darte un beso –
Paso el día y la noche, y el padre regreso cuando todos estaban durmiendo, pero antes de irse a la cama, fue al cuarto del niño, para darle un beso de buenas noches, pero en ese momento el niño despertó con alegría y le dijo al padre:
– Papi, ya regresaste!!!! –
El padre algo avergonzado contesto:
– Si hijo mío, que descanses porque mañana tendrás que ir a la escuela –
Y al querer darle un abrazo de cariño, se le salieron unos dólares que tenía en su camisa, y al verlos el niño le dijo:
– Papi, me regalas un dólar –
– Para que quieres dinero, si ya es noche, pero si me dices para que lo quieres te lo doy –
Y el niño lo miro a los ojos y le dijo:
– Es que yo tengo otro dólar bajo mi almohada y quiero comprarte una hora de tu trabajo, para que puedas estar conmigo, y me puedas leer un libro –
Y el padre con lágrimas en los ojos le regalo el dólar que le pedía su hijo, y le dijo:
– Toma tu dólar hijito mío, guárdalo bajo tu almohada, porque de ahora en adelante estaré aquí para leerte siempre un libro. –
Autor: Mauricio «Maury» Olivares