Yo era vagabundo, andariego de mil y un paramos,
Sin hogar, sin casa, dirección ni rumbo fijo que seguir.
Soy el ave errante, que encontraste en tu camino.
En ese tortuoso día, de nostálgica primavera.
Que tu nombre susurro en mi oído, tu dulce, delicada voz.
Que a mi alma con tal emoción envelas.
En aquel momento, de manera deslumbrante en que
tu silueta perforo en mi pupila, desgarrándome el alma.
Grabando con fuego ardiente, en mi interior.
En mi corazón tú nombre con tinta sangre.
Con tinta sangre gotas de amor.
Tú, angelical, paloma, y yo tu humilde vagabundo.
Sin sendero, rumbo, o dirección.
Que desde, aquella mañana, nostálgica, dulce de primavera.
Que en tus ojos, el puro amor descubrí.
Me vi en ellos Reflejado, mi destino, vislumbrado.
El canto de bello y sin igual ángel de mil cielos.
Yo, fui aquel vagabundo, que clama, por piedad, que más sin siquiera.
Pudiese en mi pasado poder llegar a pensar.
Que con locura, pasión desbordante, con dulces lagrimas de cristal.
Del alma de ti mi ave cautiva, presa de tus sentimientos.
Volaría por el cielo tomado de la mano, de mi amor verdadero.
Fui ave errante, mas en mi destino , ya sin saberlo, esta dicho.
Que di ti mi, dulce y gentil ángel pasaría mis días,
noches enteras, amándonos… Por la eternidad.
Te AMO Maru.
Mi MARU!!!!!!
Enviado por: Josue Emmanuel G.
Dedicado, especialmente al amor de mi vida Maria Eugenia Pérez flores, cásate conmigo, y hazme el hombre más feliz del mundo.