Recuerdos en mi mente abundan tristezas de un amor pasajero, pensar que lo que tú me decías nada fue verdadero.
Recuerdo aquella noche que en mis brazos tú llorabas y mirándome a los ojos me decías que me adorabas. Si, fue mi error el haberme enamorado de ti y el haberme creído de tus palabras tan hermosas; hoy te odio como si fueras una víbora mala y venenosa.
Cuando te miro, a mi mente vienen los recuerdos de tu amor, te miro a los ojos mal; te veo en el alma y peor.
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