Anoche sucedió algo que tal vez era lo que faltaba para que mi torpe corazón entienda… y al fin comprendió que solo faltaba una sola acción más para apagar una llama que ardía dentro de mi alma… y hoy al escribir estas líneas… solo siento un poquito de tristeza sí, pero mucha paz así que…
Hoy me puse a pensar la importancia que no le damos a la vida, cuando está sin querer, nos quita cosas, pensamos que es injusta y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos. Todos estamos llenos de momentos felices y nos sentimos morir cuando algo se termina.
La felicidad llega en cualquier momento, todo en el mundo se termina, hasta lo más hermoso, hasta lo más molesto y doloroso.
Acá nosotros pensamos que estar solos es el fin de la vida y no nos damos cuenta que a veces la soledad nos ayuda a encontrar respuestas que no encontrábamos en nuestra mente o razón. Pero nada es eterno y todo al fin comprendemos, y al fin lo doloroso o incierto que tanto nos asustaba se convierte en paz al ver la realidad. Y el corazón al fin sonríe con amor…un amor de esos sin maldad, con respeto y dignidad. Un amor de estos que toda, toda la humanidad tendríamos que practicar. Y vivirlo día a día sin maldad…
El amor tiene un millón de vueltas, a veces nos sorprende y nos da felicidad y a veces se transforma en lo peor que hay.
Pensando todo esto, crecí un poquito más, aprendí a sonreír y a ver la realidad tal cual como es, pero por sobre todo pude darme cuenta que no sirve el ORGULLO cuando existe la AMISTAD, que no sirve LLORAR cuando un amor se va, que no vale la pena aprender a CALLAR y que no existen FRONTERAS cuando nos sentimos vivos.
Autor: Ani Carmela
karen
10 enero, 2012 at 10:55 pmsn re hermosos los poemas sirven mucho los mejores… sigan mandando poemas de esa manera…