Dicen que somos lo que hemos vivido, que las carencias afectivas o materiales afluyen en la mujer u hombre que un día seremos, que el hogar y la educación son la base de nosotros mismos siendo estas las armas que un día nos definirán como persona.
Según nuestra infancia mañana seremos buenos o malos según el camino escogido iremos por el lado correcto, crecemos en un mundo inocente y despertamos en una realidad muy diferente y es que tenemos la suerte de haber sido felices en la niñez y no pasamos de ser niños a ser hombres abruptamente como pasa muy frecuentemente, donde se violan los derechos del niño a ser niño, donde cada día vemos a nuestro alrededor pequeñas personitas que dejaron atrás demasiado rápido su inocencia y que se vuelven capaces de lastimar y de fundir miedo en la sociedad.
Hoy es un tema importante el de las violencia en los niños esos que un día serán el futuro los mismos que son abusados de todas las maneras posible como no temer a ese futuro si no es notica la violencia absoluta sobre la población más vulnerable como se les dice.
Hoy el ser mamá es más que una simple tarea de educar es proteger al extremo de un mundo violento es explicar lo que pasa y los riesgo que se corren es luchar contra toda clase de drogas que van aumentando cada día, poder inculcar lo mejor posible ciertos valores que se van perdiendo con los años.
Es hablar de temas que ni siquiera uno entiende bien pero que son vitales para un mundo que no para y aun así no tenemos la seguridad de que ese niño mañana hombre elegirá bien por dónde ir.
Sé que no se pude vivir por el hijo pero existe esa necesidad de saber que se hizo un buen trabajó amenos para aquellos padres presentes en sus vidas.
Lamentablemente cada vez es menos común que los hijos tengan a sus padres y que ellos sean buenos.
Autor: Miriam Martinez