Te he hecho daño, alma mía
he desgarrado tu alma.Entiéndeme
todos saben quien soy,pero ese
Soy es además un hombre para ti.
En ti vacilo, caigo y me levanto
ardiendo tú entre todos los seres
tienes derecho a verme débil.
Y tu pequeña mano de pan y
de guitarra debe tocar mi pecho
cuando sale al combate.
Por eso busco en ti la firme piedra
asperas manos en tu sangre clavo
buscando tu firmeza y la profundidad
que necesito y si no encuentro,sino
tu risa de metal, si no hallo nada
en qué sostener mis firmes pasos,
Adorada, recibe mi tristeza y mi cólera,
mis manos enemigas destruyéndote un poco
para que te levantes de la arcilla,
hecha de nuevo para mis combates.
autor: Pablo Neruda.
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