¡¡Oh¡¡ María
Divinidad por nombre llevas
matriarcal tu amor me lo debes
dejad tus entrañas fecundas
y cobija en tu seno el fruto del amor,
para que el espíritu de Dios
bendiga esa nueva vida y en muerte venidera
encuentre yo el descanso eterno con alegría.
Alegría de volver a dar vida
tormentosa fue, mas no después de que
la chispa del amor el fuego encendió otra vez
¡¡oh¡¡ María te suplico se mía…
Autor: Mario Espinosa Fuentes
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