Remembranzas Contritas
Es un niño viejo que camina en la infancia
descolando barriletes en el tiempo
cazando mariposas en su barba.
Es un cuerpo etéreo en la tormenta
con olor a heno, a barro y bosta de relojes.
con perfume a fresas verdes
a pólvora, a cobre y a cuchillo
A besos de amantes, a burdel y prostitutas.
Es la fragua ciñéndose a mi pecho,
por tu boca celeste y tu mirada negra
por tu ebria aventura, por tu noche sucia.
Es la pierna aserrada de la nube
un dios vegetal con su sexo de abeja.
Es algo más que el orfanato de mi alma.
Es buscar la mañana y encontrarla dormida
es hurgar en la tarde con los ojos cerrados
es mancharse los dedos con las sombras del sol.
Es hablarte y decirte, aunque sé que no escuchas,
que en mis letras se rompen tus vocales sin verbos
que conjugo tus años en paredes mugrientas
que tu mármol me ofrenda epitafios de luna.
Es algo más, amada mía.
Es exceso y quebranto, es cincel y martillo.
Es mirarte sin ojos y es beberte sin prisa
es tallar la memoria con las manos vacías.
Es quedarse analizando cada huella
cuando el camino está lleno de malezas
y el paso se hizo rastro al otro lado de la vida.
autor: Walter Faila